Voces de
leyenda
Toña la negra
Por Coco Bernal
Cuenta la leyenda que Agustín Lara paseaba una
tarde por la orilla de un río, aspirando su infaltable cigarrillo de tabaco
rubio y tarareando quizás una de sus melodías. Su paseo fue interrumpido por la
voz de una mujer de color quien lavaba ropa y entonaba una de sus canciones, el
maestro se acercó a saludarla y le dijo "Por vida de Dios que es un pecado
que alguien con tanto talento esté aquí lavando ropa" y como un caballero
de los cuentos de hadas se la llevó a la capital y gracias a sus contactos la
encamino hacía el triunfo tras bautizarla con el nombre que la haría
famosa.
Muchos años después en la autobiografía del
maestro Lara descubrimos que la verdadera historia pasó en un paisaje muchos
menos bucólico, sin lavandería, sin río y muy lejos del ribete romántico de
esta leyenda; Lara describe como en 1932 conoció a una cantante desconocida,
abrir ella la boca para cantar dejo plasmado al maestro en una fiesta privada,
una nueva musa llegó a su vida, para quien escribió infinidad de canciones,
entre ellas "Lamento jarocho" Se trataba de Toña "La
Negra".
María Antonia del Carmen Peregrino Álvarez nació
en Veracruz el 2 de noviembre de 1912, influenciada por su hermano mayor ya
desde los 8 años empezó a cantar donde fuera, en fiestas, concursos, kermeses,
canta sola y a veces a dúo con una chica llamada Celia Pacheco, ya a los 17
años ya se había casado, se fue a la ciudad de México al lado de su esposo y su
hijo recién nacido.
El 16 de julio de 1929 debutó en el cabaret
"El retiro" y haciendo temporada en ese lugar donde se le conocía
como "La peregrino" conoció a Emilio Azcárraga quien junto con
Enrique Contel la bautizaron como "Toña la Negra".
Luego aparece en su vida "El flaco
Lara" quien empieza a producir para ella temas como "Veracruz",
"Noche Criolla", "Oración caribe", "Palmera",
"La clave azul" y "La cumbancha", quienes presentaron
juntos en una revista musical en el teatro Esperanza en diciembre de 1932, con
tanto éxito que debieron alargar su presentación por mucho tiempo.
Azcárraga la incorpora al elenco de emisora XEW
donde se presentaba a veces acompañada por Lara. Toña la negra era lo
suficientemente tropical como para caber bien en el contexto que el trópico
especialmente el caribe creaba en las películas mexicanas de las décadas de los
40s.
Toña llevó siempre una vida personal muy
reservada, lejos del brillo de las luces y los escándalos por lo que poco se
sabe de su familia, tuvo solo tres hijos de su primer marido Guillermo Cházaro,
de quien se divorció en 1950, posteriormente se casó de nuevo con el baterista Víctor
Ruiz Pasos.
En los últimos años con muchas libras de más y
algunos achaques de salud se había semiretirado de las los escenarios y
grabaciones. El 16 de 1982 los cables internacionales dieron al mundo la
noticia de que la cantante jarocha se había marchado para siempre.