León, Guanajuato a 12 de noviembre de 2013.
Por Coco Bernal
Guión: Sor Juana Inés de la Cruz, primera escritora feminista
Considerada la décima musa, Sor Juana Inés de la
Cruz o Juana Inés de Asbaje y Ramírez de Santillana es la primer mujer
escritora mexicana considerada feminista desde su obra literaria.
Hoy recordamos a la fénix de América en su 362
aniversario de su natalicio, Sor Juana nace un 12 de noviembre de 1651 en San
Miguel Nepantla Estado de México. Mucho se ha hablado de Sor Juana, su aporte a
la literatura y la poesía le han permitido un lugar en la historia de México,
pero poco se habla de su aporte al feminismo, por su vida religiosa se ha
querido no encasillar a Sor Juana en este contexto, sin embargo, su obra
claramente refleja su interés por evidenciar el rol que las mujeres de su época
vivían, como sus redondillas: «Hombres necios que acusáis a la mujer, sin razón, sin ver
que sois la ocasión de lo mismo que culpáis… si con ansia sin igual solicitáis su desdén, por qué
queréis que obren bien si las incitáis al mal?...Opinión, ninguna gana, pues la
que más se recata, si no os admite, es ingrata, y si os admite, es liviana»
Sor Juana es un claro ejemplo de la lucha de
espacios vedados a las mujeres ya que el estudio no era propio de las féminas, en
1664 ingresó a la corte como dama de compañía de la virreina Leonor María
Carreto, marquesa de Mancera, a la que dedicó algunos sonetos con el nombre de
Laura, más tarde cansada de la vida de cortesana y sin opción alguna decide
entrar a un convento pues de sus propias palabras expresaba que “para la total
negación que tenía al matrimonio era lo más decente que podía elegir en materia
de la seguridad de su salvación” ingresó
así primero a la orden de las Carmelitas Descalzas pero abandonó el convento
por ser tan rígido y entró a la orden de las Jerónimas donde profesó en 1669.
Sor Juana murió el 17 de abril de 1695 de una
epidemia, su obra de gran alcancé consta de sonetos, poesía, auto
sacramentarles y comedias que van desde lo religioso a lo profano, destacan los
empeños de una casa y la segunda celestina.
