sábado, 24 de noviembre de 2012

25 de Noviembre día internacional de la eliminación de la violencia contra la mujer, nada por conmemorar.




Hoy a 13 años de instituir el día internacional de la eliminación de la violencia contra la mujer por la ONU, en Guanajuato vivimos días oscuros por la violencia en contra de las mujeres. En 6 años más de 260 mujeres han sido asesinadas, creando el fenómeno del feminicidio.

A pocos días de que la reforma a la Ley de Acceso para las Mujeres a una Vida Libre de Violencia se publique en el Periódico Oficial del Estado, la Procuraduría General de Justicia del Estado de Guanajuato deberá crear el Banco Estatal de asesinatos de mujeres que responde a un comentario que la Comisión de Derechos Humanos del Congreso hizo a la iniciativa de reforma.

Con ello se pide crear un presupuesto asignado por el Gobernador del Estado para crear el Banco Estatal de asesinatos de mujeres, la creación de dicho banco es un indicador relevante de la violencia en contra de las mujeres guanajuatenses.

Las preguntas son: ¿Qué tanto se trabaja para evitar la violencia contra la mujer en el estado? ¿Qué están haciendo las instancias gubernamentales? ¿Qué están haciendo las instituciones en pro a la mujer para prevenir la violencia? porque está claro que no con crear un banco de registro sobre el feminicidio es suficiente para evitar las vejaciones que la mujer esta siento objeto. Urge trabajar con la sociedad civil desde diferentes aristas para frenar esta ola de violencia que las mujeres padecen.

Hoy 25 de noviembre del 2012 día internacional de la eliminación de la violencia contra la mujer nada por conmemorar, un año más para denunciar, para alzar la voz, para decir BASTA, no más feminicidios en Guanajuato, no más violencia en el ámbito público y privado para la mujeres, no más.

domingo, 11 de noviembre de 2012

Madres adolescentes



“Menores de 14 años es la mayoría que hay de mamá aquí, la mayoría aquí tiene 12 hijos por familia, por casa, muchas dicen: “vamos a tener familia”, pero nunca dicen: “¿cuantos platos voy a servir hora?, ¿Para cuantos tendré mañana?”; ellas no se fijan en eso, ellas de lo que tratan es de ser feliz y cumplidas con su marido; ¿se imagina que responsabilidad de tener tanto niño?, el papá no sabe lo que es la responsabilidad de tener tanto niño; simplemente en mantenerlos es en lo que se deberían de fijar”

Partera de la comunidad de las Ladrilleras


La madre es una institución histórica[1], desde el enfoque bíblico con la representación de Eva como la primera madre y en la religión católica con la virgen de Guadalupe como madre de todos los mexicanos, hasta la estigmatizada Malinche madre de nuestro mestizaje; la madre es un emblema que nos supera.

En el imaginario popular se cree que “ser mujer” se alcanza hasta que se es madre,  y socialmente una mujer sin hijos es vista como una mujer incompleta, al carecer de un hombre que le permita procrear y  darle el valor que el prejuicio social le demanda.

Más allá de los paradigmas socialmente establecidos,  hay que destacar que las políticas públicas inciden en la reproducción de las mujeres, ya sea para frenarla o para propiciarla, por ejemplo, a finales de la década de los 70´s, la dinámica demográfica en México llevo al gobierno a diseñar una nueva política de salud pública, la pirámide poblacional[2] tenía una base ancha por el gran número de nacimientos y una población reducida de adultos de más de 60 años, así se creó el programa de planificación familiar, con el slogan “La familia pequeña vive mejor”.

Y aunque la llamada “revolución femenina” trajo consigo un cambio en la mujer, quién ganó más derechos y una visión distinta sobre su rol de madre, han sido las políticas públicas quienes en gran parte han incidido en su visón hacía la maternidad. La forma de educar a la población femenina va desde informar o desinformar a través de campañas, o como en los años 70´s para lograr el éxito de la planificación familiar se hizo uso de los melodramas didácticos como la telenovela “Acompáñame”.

Con estos antecedentes se pensaría que en este siglo la planificación familiar es un proceso aprendido, donde las parejas se esperan para casarse y postergan la maternidad, o bien tienen menos hijos, sin embargo en el estado de Guanajuato, el ser madre con la madurez que implica es cuestión de clases sociales; de acuerdo a las estadísticas 2010 del Consejo Nacional de Población (CONAPO)[3], la tasa de fecundidad en mujeres adolescentes de clase media baja de entre 15 a 19 años es del 56. 2 %[4]. Lo que nos lleva a reflexionar sobre el alto índice de madres adolescentes que viven su sexualidad a temprana edad sin una información que las guíe.

Ser madre a edad temprana conlleva a la deserción escolar, muchas quedan bajo la tutela de la familia y de la responsabilidad del padre de la adolescente, quien se hace responsable de la manutención de un nuevo integrante; y de ser una familia tradicional pasa a ser una familia compuesta; algunas de ellas son obligadas a casarse y las dejan a su suerte con una pareja también adolescentes que carece de la madurez y los recursos para formar un hogar; otras encabezan los hogares como jefas de familia al ser madres solas  o pasan a ser parte de  la feminización de la pobreza al no tener medios para subsistir.

La feminización de la pobreza en Guanajuato se agudiza en mujeres de clase baja que son madres solas o madres adolescentes, de acuerdo a los indicadores del INEGI, señalan que en el 2008 la pobreza alimentaria en hogares rurales en el estado fue del 26.5% a diferencia del 8.3% de los hogares urbanos.

Por otra parte las madres adolescentes viven la presión emocional de enfrentarse a lo desconocido, muchas se ven obligadas a salir a trabajar por un bajo salario, dejando a sus hijos bajo el encargo de un familiar por carecer de seguridad médica que les provea de guarderías y de atención para ellas y sus hijos. Y que decir del rechazo social que pesa sobre ellas por ser madres adolescentes o madres solas, en muchas ocasiones este rechazo se vive dentro de la misma familia, quienes la culpan de “haber fracasado”.

Las adolescentes en Guanajuato necesitan que se fortalezcan los programas sobre salud reproductiva para evitar el embarazo a temprana edad, y logren alcanzar su proyecto de vida, necesitan más políticas públicas, más oportunidades de desarrollo humano para vivir una vida digna, libre de violencia, donde se respeten sus derechos sexuales y reproductivos, donde alcanzada la madurez en conciencia e informadas sean ellas quienes tengan la libertad de decidir el momento y el número de hijos que desean tener, para cuando elijan vivir el rol de madre sea sin marginación, de manera digna y de forma plena.



[1] Lagarde, M. “Los cautiverios de las mujeres: madresposas, monjas, putas, presas y locas”.Capitulo IX, Madresposas, Pág., 376.
[2] Según datos del INEGI
[3] Proyecciones de la población de México, Estados, Municipios  y localidades 2000-2030.
[4] Número de hijos vivos por cada mil mujeres que tienen entre 15 y 19 años de edad. Fuente: INMUJERES.